Mensajes : 381 Fecha de inscripción : 04/01/2011 Edad : 28 Localización : Esperando que Beyoncé me vaya a buscar a la carcel en el Pussy waggon!
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Vie Mar 04, 2011 11:32 am
Ouuuuuyeahhhh! Me emcanto demaciado el capitulo ! Bebe karateka moriii con eso super tierno! Maldita Belaa uyyy si la odio demaciado ! Quiero el proximo lueguito nos hiciste esperar muchoo! Besitossss! =*)
Charis Cubito de Hielo
Mensajes : 444 Fecha de inscripción : 05/01/2011 Edad : 39
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Vie Mar 04, 2011 1:14 pm
Hola Lau
Acabo de leer el capitulo, y me gustó mucho, aunque odie a Finn, personalmente al principio de la historia lo amaba, pero me he dado cuenta a medida que trascurre la historia que sigue siendo el mismo de siempre con todas sus inseguridades, me gustó mucho la relación de Emily y Rachel, como siempre Rach tan dulce, aunque me da pena que pase todo el embarazo sin Finn . Bueno quien no odia a Isabella, y sobre Jesse en esta historia me gusta porque hasta el momento se nota que se preocupa sinceramente de Rachel.
Esperando con ansias el próximo. Cariños
Ilenix_Glee Té helado
Mensajes : 695 Fecha de inscripción : 04/01/2011 Edad : 32 Localización : Espiando a Monchele
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Vie Mar 04, 2011 5:57 pm
Bien d cosas!! Este cap stuvo super geme! D verdad me gusto mucho! Emily's pregnant!! y Rach ke no tardo nada en darse cuenta jajaja Vestidos= magnificos!! todas y todos muy guapos Muchas Gracias por ayudar siempre en cada cap a imaginarnos todo! Eres la mejorr!! Pero keria mas Puckmily asi ke para el proximo kieroo mass!! Pregunta: ¿Puedo ser yo la novia d Cory en vez de la engreida d Lisa? jajajaja xD :O Pobre Lau!! La estupida promiscua salida d Isabella esa!! t lo advierto o mide sus pasos o me la cargo! xD Esa boda con Marry You, triste por el idiota d Finn que la hace pasar mal a Rach Woww momentazo Fabrevans cute pareja!! y bienn otra bodaa!! Aunke me dolio la mentira d Finn me hizo gracia que sea tan bobo: "Solo fue un beso largo! No significo nada! Me dio asco!" jajajaja este niño me nacio tonto d vdd jajaja xD Momentazo ecografiaa!! Ohh es niño!! Yo tmb kiero tener un nene!! Me alegro ke su bebito sea lo que le paso el enfado un poko a Rach y volvi a reunir Finchel!! X ciertoo que linda Rach con su bebe karateka! jajaja xD xo tmb kieroo! joo ke envidiaa!! jajaaja Y ke alegria que Em viva con Rach!! Asi se hacen compañia y comparten momentos d embarazadas jajaja Pero la tia esa d que vaa?! Mira Isabella ya me stas tocando la moral! Cuidaito con Rach ehh? x ke entre esa promiscua creida y el maniaco d Thom puff tengo miedito x mi Rach! Ay dios como sta el patio!! :S
Cariño que Felicidades por el pedazo de Cap que eres la mejor! Que sigas asi Geme y que espero que me quites la intriga prontoo!! jejeje
Ah! y no olvides que... Tee Kierooo Mucho!! osea ambos tu piskito y xo
Froggie Admin
Mensajes : 472 Fecha de inscripción : 02/01/2011 Edad : 31 Localización : Lost in the city lights...
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Sáb Abr 09, 2011 3:01 pm
Awww... Lau! espero que no dejes abandonado este fic tan hermoso! pufff cada capitulo se pone mas interesante!!! dios! me deja en shock tanto drama! maldita Isabella como se atreve a besar a finn! y peor tratar asi a la hermosimisima de lau! yo quiero verla sufrir! pero que es lo que oculta Lau? D= y aww... van a tener un finnsito wuahaha que precioso! ame la pareja seth-maria ojala que no sea la ultima vez que aparezcan T_T!
Puckmily embarazados?! siiii!!! que lindo! que tengan una hija que se enamore del bebe judio que viene en camino >:] wuahaha ok quiza no... y Thom esta cada vez mas loco! No soy fanatica de fabrevans pero awww... que lindo que quinni se case :3 sera maravilloso! pufff espero que le den el papel a rach y que finn no se ponga muy celoso D= adoro el esfuerzo de tu fic sweet lau! osea cuando vi far away casi tuve un orgasmo mental, me encanta esa cancion pero wuahaha no vi su "cosita" del bebe en la segunda imagen D= soy muy boba pero buaaa... lau esta historia esta en mi top maximo! no la dejes asi T_T
En fin mi querida sis ya sabes que escribes genial y estare esperando que este hiatus termine pronto :3
Lau_finchelforever Vaso de papel
Mensajes : 236 Fecha de inscripción : 05/01/2011 Edad : 34
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Jue Abr 21, 2011 10:59 am
¡Hola a todos! ¡Ante todo os pido perdón por retrasarme tanto con el fic, pero he andando algo ocupada ultimamente! Este capi creo que es el más especial, al menos para mí, y espero que os guste. Muchas gracias Di por tus palabras y gracias a todas las demás tb por seguir el fic Como siempre, super largo el capi e irá en dos partes Besitos para todos!!!
Cáp. 15- Christopher
Isabella se quedó junto al umbral de la puerta, sin moverse, mirando a Rachel con una sonrisa fingida al tiempo que ésta la observaba con bastante recelo, esperando impaciente su respuesta. Al sentir que su plan no funcionaba con la morena, Isabella optó por seguir otra estrategia, mientras mantenía la vista clavada en el suelo, simulando no saber qué decir.
-Bueno… yo…- dijo ella, mientras en su interior sonreía maliciosamente al tener por fin frente a frente a su enemiga- quería conocerte, Finn me ha hablado mucho de ti y tenía curiosidad, así que decidí venir a visitarte. Espero no ser una molestia…
Rachel se quedó dónde estaba, aferrando con fuerza el picaporte, sin saber qué contestar. En ese momento miles de ideas se entremezclaban en su cabeza y sólo podía pensar en la misteriosa llamada que había recibido tan sólo unos días atrás…
Rachel volvía a casa tras su última clase de preparación al parto cuando el sonido del teléfono la sobresaltó. La morena cerró la puerta a toda prisa y se dirigió hacia el salón para coger el teléfono, contestando al instante.
-¿Sí?
-¿Rachel Berry?- preguntó una voz, completamente distorsionada, al otro lado de la línea telefónica.
-Sí, soy yo. ¿Quién es?
-No puedo decírtelo…- contestó la otra persona, algo nerviosa.
-Entonces, si no me dice quien es, me temo que nuestra conversación ha terminado.
-¡NO! ¡Espere! ¡Lo que tengo que decirle es muy importante!
-¡No me interesa! ¡Seguro que es uno de esos admiradores trastornados! ¡No sé porqué tiene mi teléfono pero le ruego que me deje en paz o llamaré a la policía!
-¡Si me cuelgas ella podría haceros mucho daño a Finn y a ti!
-¿Cómo dice? ¡¿Cómo sabe mi nombre y de qué conoce a Finn?! ¡Conteste!
-Mira, considérame un aliado… Finn es una persona cercana a mí y no quiero que sufra. Lo vuestro es amor de verdad y no merecéis que ella lo arruine todo.
-Eso no me garantiza que realmente conozca a Finn. Además, ¿a quién se refiere cuando habla de “ella”?
-Me refiero a Isabella Nichols, la compañera de reparto de Finn que anda persiguiéndole desde que la serie comenzó.
-¿Qué? ¿Tú cómo sabes eso?
-Eso no importa ahora- continuó aquella persona- Lo fundamental es que escuches atentamente lo que voy a decirte y sigas exactamente todas mis indicaciones, o ella conseguirá su propósito.
-Es… está bien- contestó Rachel, dubitativa.
-Muy bien, el plan es el siguiente: ella no tardará en encontrarte, eres su principal objetivo y no dudará en ir a por ti, así que debemos darle exactamente lo que quiere.
-¿Qué? ¿De qué demonios me estás hablando?-le interrumpió la morena, muy nerviosa.
-¡Haz el favor y escucha, Rachel! ¡Isabella es muy peligrosa! ¡Todos los novios que ha tenido han acabado huyendo del país o algo peor!
-No… tiene que ser una broma lo que me estás diciendo- dijo la morena, cubriendo su abultado vientre con una mano, al tiempo que el teléfono temblaba entre sus dedos.
-Lo siento pero lamentablemente es así. Si no me crees puedes buscar información y verás que no te miento.
-¿Cómo sabes tanto de ella?
-La conozco desde hace algunos años, es todo lo que puedo decirte… Rachel, es muy importante que confíes en mí y sigas mis instrucciones, por nada del mundo quiero que te pase nada a ti ni al bebé que esperas. Ahora lo principal es proteger a tu pequeño.
-¿También sabes lo de mi bebé?
-¡Sé todo lo que Finn me cuenta! ¡Pero si quieres protegerle a él no debes hablar de esto con nadie! ¡Si ella descubriese un ligero cambio en su relación con Finn todo nuestro plan se iría al garete!
-Pero… ¿Cómo sé que no quieres hacernos daño?
-Rachel… Isabella irá a visitarte muy pronto, tienes mi palabra. Si no lo hace, prometo que no volveré a ponerme en contacto contigo.
-De… de acuerdo… ¿Qué quieres que haga?
-Gracias, Rachel, no te decepcionaré. Pues verás, lo fundamental es que ella crea que su plan va sobre ruedas. Cuando ella vaya a verte tendrás que hacerle creer que has caído en su trampa, que estás en su poder.
-¿Para qué voy a hacer algo así?- preguntó Rachel sin entender.
-¡Es la única manera de ganar algo de tiempo! ¡Tenemos que encontrar pruebas que la desenmascaren delante de ti y de Finn! ¡Pero Isabella es muy astuta y no las conseguiremos así como así!
-Muy bien, ¿Qué tengo que decirle?
-Por lo que sé, intentará hacerte daño, tienes que hacerle creer que hay otra persona, debes conseguir que sospeche que hay alguien entre Finn y tú.
-¡¿QUÉ?! ¡Pero entonces Finn me dejaría si ella le contase esa mentira!
-No te preocupes, hablaremos con Finn después, pero por ahora es mejor que no lo sepa. Es lo más seguro para todos. ¿Hay algún amigo que pueda ayudarnos con el plan?
-Sí, tengo un buen amigo que aceptará sin dudarlo. Entonces, en cuanto Isabella venga debo dejarla hablar y fingir que hay algo más que amistad entre esa persona y yo, ¿no?
-¡Exacto! ¡Me pondré en contacto contigo muy pronto y te diré cuál es el siguiente paso a seguir!
-¡Espera! ¡Tienes que darme una pista al menos sobre quién eres!
-Lo siento, Rachel, pero no puedo decírtelo. Yo también estoy en peligro y revelarte mi identidad es lo menos aconsejable en este momento. Te prometo que pronto nos encontraremos y podremos hablar tranquilamente de todo esto, pero primero hay que hacerle creer a Isabella que tu relación con Finn no pasa por su mejor momento y que hay otra persona en tu vida.
-Muy bien, confiaré en ti. Sólo espero que cumplas tu palabra.
-Lo haré, hasta pronto, Rachel.
Dicho esto, aquella persona colgó el teléfono, terminando la conversación, justo cuando alguien llamaba a la puerta. Rachel se levantó con cuidado y fue a abrir, encontrándose a Jesse, que esperaba sonriente, pero cambio de expresión al ver el rostro de su amiga.
-¡Ey! ¿Rach, estás bien?
Rachel miró a ambos lados de la casa y después tiró de la camisa del castaño, haciéndole entrar al recibidor en un solo movimiento.
-¡Guau! ¿Qué es lo que me he perdido?- preguntó Jesse, totalmente sorprendido.
-¡Cállate y escucha, por favor!- le rogó la morena, llevándole hacia el salón, dónde le hizo una seña para que se sentase- Jesse, acabo de recibir una llamada anónima y necesito que me ayudes con algo.
-¿Qué? Pero…
-¡Es muy importante! ¡Tiene que ver con esa chica que besó a Finn!
-¿Esa loca? ¿Qué demonios quiere ahora? ¿No pensará hacerte algo a ti o al bebé, verdad?- preguntó el castaño, con los puños apretados.
-¡Cálmate, Jesse! ¡De eso mismo trata la llamada que he recibido! ¡Tenemos que hacer algo que arruine los planes de esa desequilibrada!
-Dime que puedo hacer para ayudarte- le rogó el castaño, con una expresión seria en el rostro.
-Tan sólo necesito que te instales cerca de aquí durante unos días y estés atento a tu teléfono. Según esta persona, Isabella vendrá pronto a visitarme y será entonces cuando necesite tu ayuda.
-¿Qué quieres que haga?
-Jesse, necesito hacerle creer a Isabella que entre tú y yo hay algo más que amistad.
-¿Qué? ¿En serio? ¿Quieres que crea que estamos juntos? ¿Quieres que haga algo que le haga sospechar que puedo ser el padre del niño?
-¡Sí! ¡Buena idea, Jesse! ¡Finn sabe perfectamente que cuando volvimos a vernos ya estaba embarazada! ¡Tenemos que hacerle creer que entre Finn y yo las cosas no van bien! ¿Me ayudarás?
-¡Sí, por supuesto! ¡Haré todo lo que esté en mi mano para protegeros a ti y al bebé!- le aseguró el castaño con una sonrisa.
-Gracias, Jesse, eres un buen amigo- le agradeció ella, abrazándole- Por cierto, ¿qué te trae por aquí?
-¡Oh! ¡Bueno, es que habías olvidado tu paraguas en el coche y vine a traértelo!- dijo él, tendiéndole el objeto.
-Perdona, ando algo despistada últimamente con tanta cosa.
-No te preocupes, Rachel, es normal. Ahora lo importante es librarse de esa lunática lo antes posible.
-Te mandaré un mensaje cuando venga para que hagas tu aparición, ¿de acuerdo?
-Sí, aquí estaré.
Los chicos siguieron charlando por un largo rato, acordando todo lo que le dirían a Isabella ese día. Una vez se pusieron de acuerdo, el castaño se despidió y Rachel subió a su habitación, dónde Emily se había quedado dormida. Rachel sonrió al contemplar la hermosa curva en el vientre de su amiga, que ya tenía casi seis meses de embarazo y esperaba una niña para el mes de diciembre. Rachel se tendió a su lado en la cama y no tardó mucho en quedarse dormida, perdida en sus pensamientos.
Las palabras de Isabella hicieron que Rachel volviera al mundo real.
-¡Rachel! ¿Estás bien?- preguntó Isabella, con un falso tono de preocupación.
Rachel sacudió la cabeza en un rápido movimiento, despejando todas sus dudas y decidida a seguir las instrucciones que aquella misteriosa persona le había dado.
-¡Perdona! ¡Es sólo que me sorprende verte por aquí! ¿No se supone que deberías estar grabando con Finn en Los Ángeles?
-¡Oh, es eso! Pues verás, yo ya he terminado de grabar mis escenas hoy y pensé que quizá había llegado el momento de conocernos.
-¡Vaya, qué sorpresa! Pero… ¿Por qué tanto interés en conocerme, Isabella?
-¡Llámame Bella, por favor! Como ya te dije, Finn me ha hablado mucho de ti y de vuestra relación… sé que últimamente habéis estado un poco distanciados…
-Sí, bueno, es lógico pues Finn está en Los Ángeles y yo debo quedarme aquí en Ohio por el bien del bebé- dijo Rachel, acariciando su vientre de forma protectora.
-¡Oh, el bebé! ¡Lo había olvidado completamente! ¡Qué tonta!- dijo Isabella, negando con la cabeza- ¡Perdóname, Rachel! ¿Bueno, cómo está el rena… quiero decir, el pequeñín?
-Estupendamente… muy pronto saldré de cuentas y…
-¿En serio? ¡Oh, eso es fantástico!
-Sí, supongo- dijo Rachel, lamentando haber hablado más de la cuenta.
-¿Te encuentras bien?- preguntó Isabella, al notar un cambio en la actitud de la morena.
-¡Sí, muy bien!- exclamó Rachel, algo nerviosa- ¿Te gustaría pasar?
-¡Claro!- dijo ella, con una sonrisa- ¡Qué casa más bonita! ¿Vives aquí sola, Rachel?
-No, la prima de Finn se ha instalado aquí conmigo para ayudarme en mis últimos meses de embarazo.
-Entiendo… ¡Qué lástima que no puedas compartir estos momentos con Finn!-dijo Isabella, poniendo una sonrisa malvada en su rostro cuando Rachel se giró para colgar su abrigo en el perchero del recibidor.
-Sí, es una pena…. ¿Quieres tomar algo?- preguntó Rachel, dándose la vuelta.
-De acuerdo, te espero en el salón.
Rachel fue tan rápido como pudo a la cocina y allí sacó su móvil, para mandarle el mensaje a Jesse. Una vez lo envió, fue corriendo a la nevera, a sacar un par de refrescos para después volver junto a Isabella, que observaba los retratos del salón con curiosidad.
-¡Perdona la tardanza!
-¡Oh, no pasa nada! Te decía antes que debe de ser muy duro estar tanto tiempo lejos de Finn…
-Bueno, hay que verlo por el lado positivo, muy pronto terminaréis de rodar la temporada y Finn podrá volver conmigo aquí a Ohio.
-Sí, supongo que tienes razón… ¿Qué tal van las cosas entre vosotros? Últimamente he notado a Finn un poco distraído…
Rachel miró a Isabella de reojo y decidió que aquella era la ocasión perfecta para iniciar su plan de contraataque.
-Sí, bueno, es normal… Finn no ha podido venir conmigo a las clases de preparación al parto y he tenido que pedirle el favor a Jesse.
-¿Jesse? ¿Quién es Jesse?- preguntó Isabella, con los ojos llenos de curiosidad.
-¡Oh! ¡Jesse es uno de mis mejores amigos y también fue mi primer novio formal en el instituto!- dijo Rachel, sonriendo, al ver que su plan iba sobre ruedas- ¡Somos almas gemelas, a los dos nos encanta el mundo del espectáculo!
-¡Vaya! ¡Menuda joya el tal Jesse! ¿Por qué terminaste con él y corriste a los brazos de Finn si era tan perfecto?
-Jesse era guapo, sensible y talentoso pero tenía demasiada ambición y prefirió un trofeo de oro con su nombre grabado a estar conmigo. Finn no era tan inteligente y refinado, pero sí que era increíblemente guapo y tierno conmigo, con él descubrí el amor verdadero y aunque nuestra relación tuvo muchos altibajos, al final siempre hemos vuelto el uno al lado del otro.
-Oh… qué conmovedor- dijo Isabella, apretando los dientes- ¿Qué opina Finn de que Jesse te ayude con todo? ¿Le parece bien?
-Bueno, me temo que ese es un asunto delicado- dijo Rachel, fingiendo preocupación.
-¿Complicado? ¿Por qué?
-Finn siempre ha odiado a Jesse, pues me alejó de su lado justo cuando él descubrió que me amaba de verdad.
-Ah, entiendo… ¿Se llevaban como el perro y el gato, no?
-Algo así, ahora son más civilizados, pero…- Rachel se acercó más a Isabella, y comenzó a susurrarle, a modo de confidencia- entre nosotras, creo que aún se odian bastante y si Finn descubriese algunas cosas que hice en su ausencia…
-¿Algunas cosas? ¿A qué te refieres?- quiso saber Isabella, que sonreía triunfal en sus adentros.
-Bueno, algunos días Emily, la prima de Finn, no podía quedarse conmigo y… Jesse se quedó a dormir aquí…
-¡¿Qué?! ¿Has dormido con él?
-¡No, no! Bueno… a veces se quedaba a cuidarme hasta que me quedaba dormida, pero nada más- dijo Rachel, tratando de quitarle importancia.
-Ya… entiendo…
Isabella no cabía en sí de felicidad e iba a formular otra pregunta justo en el momento en que el timbre de la puerta sonó.
-¡Vaya! ¿Quién será a estas horas?- preguntó Rachel, simulando sorpresa- Ahora vuelvo.
Rachel fue hacia la puerta y cuando la abrió descubrió a Jesse, que la miraba sonriente y se abalanzó sobre ella para darle un abrazo muy efusivo, que podía malinterpretarse.
-¡Jesse! ¿Qué… qué haces aquí?- preguntó Rachel, en un tono nervioso.
-¡Hola, preciosa! ¿Cómo está mi pequeñajo?- dijo él, mientras acariciaba su vientre con extremo cuidado.
-Eh… los dos estamos bien- dijo Rachel, algo tímida.
-¡Vaya, veo que tienes compañía!- comentó Jesse, al ver a Isabella, que esperaba junto a la puerta del salón y lo miraba con curiosidad- ¡Hola, soy Jesse! ¡Un buen amigo de Rachel!
-Hola, Jesse. Soy Isabella Nichols, una compañera de trabajo de Finn.
-Sí… Finn nos ha hablado mucho de ti…- dijo el castaño, con una sonrisa y pasando un brazo sobre el hombro de Rachel.
-¿En… en serio?- preguntó Bella, boquiabierta.
-¡Sí, todos los días me habla de tu enorme talento y tu hermosa voz!- dijo Rachel, con una sonrisa.
-Vaya… yo… no sé qué decir…- consiguió contestar la morena, muy sorprendida.
-¡No seas modesta, Bella!- exclamó Rachel- ¿Os apetece cenar algo?
-¡Claro, Rach!- dijo Jesse, mirándola con un brillo especial en los ojos que no pasó inadvertido para Isabella.
-Por mí, perfecto- respondió Bella, que no cabía en sí de felicidad.
La cena transcurrió con miradas entre los chicos, al tiempo que Jesse se encargó de preguntar constantemente por la salud del bebé, mientras comentaban algunas anécdotas de las clases de preparación al parto. Al terminar la velada, Isabella tenía la certeza de que había algo entre esos dos y que posiblemente el hijo que Rachel llevaba en su vientre fuese del tal Jesse. Con una sonrisa triunfal, Isabella se disculpó y se marchó a toda prisa rumbo a Los Ángeles, dónde al día siguiente pensaba contarle todo con pelos y señales a Finn. Por su parte, en cuanto la morena se marchó, Rachel y Jesse juntaron sus copas, festejando el éxito del plan y pensando en el siguiente paso a seguir para librarse de aquella lunática de una vez por todas.
Al día siguiente, Finn y Lau estaban terminando de ensayar cuando Isabella entró en el estudio abriendo la puerta de par en par y sorprendiendo a los chicos.
-¡Hola Finn!- saludó la morena con una sonrisa, para después mirar a Lau con cara de pocos amigos- Hola, tú.
-¡Isabella! ¡No le hables así!- se quejó el moreno, mirándola con seriedad.
-No te preocupes, Finn. No me importa- apuntó Laura, con una sonrisa suave.
-Sí, muy bonito todo… ¿Te importaría dejarme a solas un momento con Finn, mona?
-Sí, como no… ¡Adiós, Finn! ¡Luego nos vemos!- dijo Lau, recogiendo sus zapatillas de ballet y abandonando la sala.
-¡Por fin! ¡No sé cómo puedes aguantarla! ¡Es un bicho raro!
-Isabella… no empieces…- le suplicó Finn, perdiendo la paciencia.
-¡Perdona, perdona! ¡En realidad no vengo a hablar de eso! ¡Mira lo que tengo!- dijo, mostrándole un par de tickets- ¡Son dos entradas para el concierto que ofrece Bon Jovi en Los Ángeles este fin de semana! ¡Sé que te encanta el rock y he pensado que podríamos ir juntos!- apuntó ella, con una sonrisa.
-Lo siento, Isabella. Sin duda lo del concierto suena genial, pero ya tengo planes. De veras que lo lamento, otra vez será.
Finn se levantó e iba a marcharse, cuando la voz de Isabella le detuvo.
-¿Vas a ir a ver a Rachel?- preguntó ella, conteniendo la rabia que sentía.
-Sí, es la boda de dos de nuestros mejores amigos y no puedo faltar.
-Entiendo… bueno, pues ten cuidado- le advirtió ella, conteniendo una sonrisa malvada.
-¿Por qué?- preguntó él, con el ceño fruncido.
-Bueno, no sé… Puede que sean sólo suposiciones mías pero quizá no te espere sola esta vez…
-¿Qué quieres decir? ¿De qué hablas?- preguntó él, muy serio.
-Espero que no te moleste, pero ayer fui a visitarla y…
-¡¿QUÉ?! ¡¿Después de lo que pasó?! ¿Cómo se te ocurre, Isabella?
-¡Finn! ¡Tranquilo! ¡Rachel fue muy amable y creo que olvidó por completo aquel malentendido!
-¡Maldita sea, Isabella! ¿Qué demonios le has contado?
-¡Nada! ¡No le he dicho nada! ¡Tan sólo quería conocerla!
-¿Para qué?
-¡Por curiosidad, nada más! ¡De todas maneras, no debes preocuparte! ¡Está bien acompañada!
-Mi prima está con ella, las dos están embarazadas y se ayudan mutuamente.
-En realidad, yo me refiero a otro tipo de compañía.
-No entiendo de qué me hablas.
-¿El nombre de Jesse te dice algo?
Finn no pudo evitar que sus puños se tensasen ligeramente al oír de nuevo aquel nombre, pero trató de disimularlo.
-¿Qué pasa con él?
-Ayer, no fui la única que pasé a visitarla. Al parecer él la está ayudando con todo lo del parto. De hecho, es muy protector con el bebé. No dejó de cuidar a Rachel en toda la cena.
-¿Qué? ¿Jesse se quedó a cenar?
-No sólo eso, Finn. Me temo que hay más cosas.
-¿Qué quieres decir?- quiso saber él, inseguro de repente.
-Bueno, se supone que esto era un secreto, pero tú eres mi amigo y mereces saber la verdad: Jesse se ha quedado a dormir en tu casa y en tu cama, con Rachel.
-¡¿QUÉ?! ¡¿Pero qué demonios te pasa?! ¡No, eso no es posible!
-¡Pregúntaselo a ella, no creo que sea capaz de negarlo! Lo siento mucho, Finn. Siento que hayas tenido que enterarte de todo esto de este modo.
-¿De qué hablas?- preguntó él, muy enfadado.
-¿Es que no lo ves, Finn? ¡El hijo que espera Rachel es suyo! ¡Rachel te ha engañado con Jesse!
-¡Cállate!- gritó él, preso de la rabia- ¡No vuelvas a decir esa clase de cosas! ¡Eso es mentira, Isabella! ¡¿Pero qué es lo que tienes en la cabeza?! ¡Estás loca! ¡Eso es imposible!- exclamó Finn, fuera de sí.
-¡Si no me crees, habla con ella!- le respondió ella, presa de la ira.
Finn abandonó la sala dando un portazo y poco después pasó junto a la sala de baile, dónde Lau ensayaba su número para el capítulo que iban a grabar esa tarde. La morena se giró sorprendida al sentir el golpe de la puerta y vio a Finn salir disparado de la sala, muy enfadado. Laura se escondió en un rincón para descubrir después a Isabella, que sonreía de forma despiadada, y no pudo evitar que su estómago se retorciese, presa del miedo. Lo último que vio la morena fue a Isabella alejándose hacia su camerino, con una sonrisa malvada tatuada en el rostro.
Mientras tanto en Ohio, Emily y Rachel estaban en la cocina, preparando un bizcocho de limón con una receta que Carole les había dado. Tan sólo unos días atrás, la morena se había pasado por su casa y ambas habían disfrutado viendo viejas fotos de cuando Finn era tan sólo un crío. Rachel descubrió emocionada que su novio no había cambiado en absoluto. Aquel niño ya tenía su inconfundible sonrisa de medio lado y sus hermosos ojos marrones, en los que ella se perdía una y otra vez. Carole le explicó emocionada cómo era la relación del padre de Finn y él, la conexión que existía entre ambos, a pesar de que por aquel entonces Finn era tan sólo un bebé. Christopher Hudson siempre se había desvivido por su único hijo y abandonarle a él y a su esposa para irse de misión a Irak fue sin duda lo más duro que hizo en su vida. A pesar de que él ya no estaba, Carole le contó a Rachel lo mucho que había de Christopher en Finn. No sólo se parecían físicamente, sino que ambos tenían un carácter parecido y Finn había heredado su capacidad de liderazgo. Rachel sonrió una vez más al recordar aquellos momentos, mientras observaba a lo lejos la pequeña foto que Carole le había regalado en la que salía Christopher sosteniendo a un Finn de tan sólo unos meses de vida. Emily se giró extrañada para sonreír al darse cuenta de qué era lo que estaba observando su amiga.
-¿Te gusta esa foto, verdad?
-Me encanta. De hecho, creo que se ha convertido en mi favorita- dijo ella, acariciando su vientre con ternura.
-¿Cómo te sientes?- preguntó Emily, imitando el gesto de la morena con su propio abdomen.
-Bueno, a veces se mueve toda la noche, pero son falsas alarmas. Al parecer, este pequeñín está esperando el momento oportuno para nacer.
-¿Te refieres a cuando Finn esté cerca?
-Sí, eso creo, aunque sea una tontería- dijo Rachel, sonriente.
-¡No tiene porqué! ¡Los bebés son muy inteligentes! ¡La mía va a ser una boxeadora de cuidado!
-¿De modo que un karateka y una boxeadora?- preguntó la morena, alzando una ceja- Buena combinación…- mientras asentía.
-Sí, eso me parece- dijo Emily, entre risas- Por cierto, ¿Has hablado ya con Finn sobre lo que te dijo esa loca?
-No, aún no… estoy esperando a que ella realice algún movimiento.
-¡Aún no entiendo porqué no me despertaste! ¡Si la hubiese tenido delante le hubiese dicho un par de cositas!
-¡No quiero involucrarte a ti también, Em! ¡Bastantes problemas tienes tú ya!- dijo Rachel, en un suspiro.
-¿Finn aún no me ha perdonado?- preguntó la castaña, agachando la cabeza.
-Dale tiempo, Em… para él ha sido muy repentino enterarse así de tu embarazo… y que no quieras decirnos quién es el padre tan sólo empeora las cosas…
-¡Pues no entiendo porqué! ¡Este bebé es mío y punto! ¡Si Finn me quisiese lo respetaría!
-¡Claro que lo respeta! ¡Lo que pasa es que te quiere mucho y no se perdona no haberte protegido más! ¡Los dos te queremos! ¡Pero el padre de tu hija tiene que decir algo en todo esto! ¡Finn tiene razón, Em! ¡No puede desentenderse de ese modo! ¡Tienes que decírselo!
-Pero… no puedo- dijo ella, con los ojos llenos de lágrimas.
-¿Por qué, Em?- preguntó Rachel, preocupada- ¿Qué es lo que tanto te tortura? ¿Qué te impide ir y decírselo?
-Yo… te prometo que lo sabrás muy pronto… también Finn… todos lo sabréis…
El sonido del móvil interrumpió la conversación de las chicas.
-Mira, hablando del rey de Roma- dijo Rachel, mirando el identificador de llamadas- ¿Sí?
-¿Rachel?- preguntó Finn, muy nervioso.
-¡Hola, Finn!- contestó ella sonriente- ¿Cómo estás?
-Rach, tenemos que hablar, es muy urgente- dijo él, en un tono grave.
-Claro, dime- dijo Rachel, sonriendo al comprobar que Isabella había caído en su trampa.
-¿Es cierto que Isabella fue ayer a casa a visitarte?
-Sí, se pasó por aquí- contestó ella, restándole importancia.
-¡¿Cómo se te ocurre abrirle la puerta, Rach?! ¿Qué demonios te ha dicho?-quiso saber él, con evidente enfado en la voz.
-¡Tranquilo, Finn! ¡Está todo bajo control! ¡Tan sólo deja que te explique y lo comprenderás enseguida!
-¡Tú no lo entiendes, Rach! ¡Ella dice que tú y Jesse…!
-¿Qué Jesse y yo tenemos una aventura, no?
-Sí… ¡Un momento! ¿Cómo? ¿Entonces…?
-¡Finn! ¡Es una trampa! ¡Tan sólo le he dado a esa lunática la información que quería! ¡Jesse sólo es un amigo y no puede ser el padre de nuestro hijo! ¡Cuando Jesse y yo volvimos a encontrarnos ya estaba embarazada de ti! ¿Acaso no lo recuerdas?
-¡Claro que lo recuerdo! ¡Por eso no entiendo nada!
-Será mejor que empecemos desde el principio…
Rachel le explicó a Finn todos los detalles de aquella misteriosa llamada que había recibido unos días atrás y los pormenores del plan que había trazado con la ayuda de Jesse.
-¿QUÉ? ¡¿Cómo se atreve esa loca a meterse en nuestras vidas?!- preguntó Finn, cada vez más enfadado- ¡Ya mismo voy a hablar con ella!
-¡NO, Finn, tienes que escucharme! ¡Necesito que le sigas el juego! ¡Tienes que hacerle creer que dudas de mí!
-¡Pero Rach…!
-¡Finn! ¡Jesse estará allí mañana! ¡Ya ha cogido un vuelo de última hora! ¡En cuanto llegue tienes que fingir que estás furioso porque crees que hay algo entre él y yo!
-¡No entiendo! ¿Por qué no podemos enfrentarnos a ella?
-¡Isabella es muy peligrosa! ¡La persona que me llamó parece conocerla bastante bien! ¡Por ahora lo mejor es hacerle creer que todo le está saliendo a la perfección! ¿Me prometes que le seguirás el juego? Hazlo por nuestro bebé, por favor- le rogó Rachel, desesperada.
-¡Está bien! ¡Mañana llamaré a Jesse para acordar todo! ¡No quiero que nada se estropee!
-¡Gracias, Finn!
-No hay porqué darlas. Haría lo que fuese por ti y por nuestro pequeño.
-Te quiero, Finn, nunca lo olvides.
-No lo haré. Yo también te quiero, Rach.
-¡Llámame mañana para ver qué tal ha salido todo!
-¡Sí, lo haré! ¡Hasta luego!
Finn colgó el teléfono y respiró aliviado, para después abrir la puerta y encontrarse a Isabella, que estaba a punto de llamar.
-¡Hola, Finn! ¿Va todo bien?
Finn agachó la cabeza y se dispuso a interpretar su papel en el plan de los chicos.
-No… tenías razón… Rachel no ha querido contestar a mis preguntas…
-¿Lo ves?- dijo ella, conteniendo una sonrisa de triunfo- te lo dije.
-Sí, es cierto… ahora sólo quiero matar a ese desgraciado.
-¡No, Finn! ¡No te rebajes a su nivel! ¡Eso sería un error! ¿Por qué no mejor vienes a mi casa y lo hablamos?
-De acuerdo… pero sólo un rato- dijo él, siguiéndole el juego.
En ese momento apareció Lau, que aún llevaba puesto su atuendo de baile.
-¡Estaba perfectamente hasta que has llegado tú!- le espetó Isabella con desprecio- ¡Vamos, Finn! ¡Mi chófer ya está abajo y nos llevará dónde quieras!
Sin más, Isabella tiró del brazo de Finn, arrastrándole hacia la salida mientras el moreno se giró por última vez para mirar a su amiga y guiñarle un ojo, en señal de que todo estaba bien. Laura sonrió, más relajada, y fue a recoger sus cosas para después dirigirse al estudio y grabar las escenas que tenía pendientes.
Aquella noche, cuando Finn pudo deshacerse de Isabella, llamó a Jesse, que ya se encontraba en Los Ángeles, para acordar qué es lo que harían al día siguiente. Los chicos estuvieron hablando durante varias horas hasta que todo quedó perfectamente planeado y después ambos se fueron a dormir, deseando que todo saliese a la perfección para mantener a salvo tanto a Rachel como al bebé.
A las diez en punto de la mañana siguiente, Jesse ya estaba preparado junto a la recepción de los estudios. El castaño puso su mejor sonrisa y después se acercó a la secretaria, que le miraba de reojo con curiosidad.
-Buenos días… disculpe… ¿podría decirme si aquí se graba la serie “music 2 me”?
-Sí, es aquí… ¿Por qué lo pregunta?
-Bueno, me llamo Jesse St. James y venía a ver a uno de los actores del reparto, Finn Hudson.
-Bueno, no exactamente… soy un amigo de su novia, que está embarazada de casi nueve meses. Ella le ha comprado una especie de amuleto y me ha pedido que se lo traiga para que le dé suerte en su último día de rodaje, ya sabe… cosas de enamorados- explicó él, con una sonrisa encantadora.
-Sí, ya veo… ¡Qué bonito! ¿Me disculpa un momento? Voy a llamar a la señorita Roads para que me confirme la cita
-Claro, aquí espero.
La secretaria marcó el número sin dejar de mirar a Jesse con una sonrisa coqueta. Tan sólo unos segundos después, Amy Roads, la representante de Finn, confirmó las palabras de Jesse y el castaño subió las escaleras a toda prisa hacia los estudios, dónde el plan daría comienzo. Una vez allí, comenzó a moverse con rapidez entre los pasillos para encontrar el camerino de Finn cuando, de repente, algo se cruzo en su camino y esa persona y él cayeron al suelo. Jesse abrió los ojos lentamente, aturdido por el choque, para después descubrir que debajo de él se encontraba la criatura más hermosa y delicada que había visto en toda su vida. Jesse sonrió al comprobar que la chica estaba en perfecto estado, aunque aún no había pronunciado palabra alguna. Sin darse cuenta, Jesse comenzó a recorrerla con su mirada de la cabeza hasta los pies, descubrió encantado que tenía una hermosa melena de color negro azabache que le llegaba hasta los hombros y que sus labios eran de color rosado y parecían tiernos y carnosos. A continuación, se fijó en sus hermosas piernas, que delataban que se trataba con total seguridad de una bailarina, posiblemente de danza clásica. Finalmente Jesse alzó el rostro para mirar a aquella preciosidad a los ojos, pero su sonrisa se esfumó al hacerlo, pues la chica lo observaba con una mezcla de pánico y desesperación, al tiempo que el castaño notó como su cuerpo comenzaba a temblar. Jesse sacudió la cabeza y con cuidado ayudó a la joven a ponerse en pie.
-Hola… ¿estás bien?
Lau_finchelforever Vaso de papel
Mensajes : 236 Fecha de inscripción : 05/01/2011 Edad : 34
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Jue Abr 21, 2011 11:37 am
Segunda parte:
La chica se alejó rápidamente, abrazándose el cuerpo, como si tuviera que protegerse de algo, para después alzar la cabeza y mirarlo directamente a los ojos.
-Es…estoy bien… perdona, ha sido culpa mía…-consiguió contestar, con voz temblorosa.
-¡No! ¡Para nada! ¡Ha sido culpa mía! ¡Lo siento! ¡Lo que pasa es que es la primera vez que vengo aquí y ando algo perdido! ¿Podrías ayudarme a encontrar a una persona que estoy buscando?- preguntó él, con una sonrisa amable e intrigado por el misterio que envolvía a esa chica.
-Yo... la verdad es que llego tarde a ensayar y...
-Por favor, sólo será un momento, estoy seguro de que puedes ayudarme.
-No sé...
La joven se mordió el labio inferior, dubitativa y temerosa al mismo tiempo. Justo cuando iba a darle una respuesta, un grito ensordecedor desde la otra punta del pasillo atrajo toda su atención.
-¡¡TÚ!! ¡¿CÓMO TE ATREVES A VENIR AQUÍ?! ¡A MI TRABAJO DESPUÉS DE HABERTE ACOSTADO CON MI NOVIA!- chilló Finn, con toda la rabia que fue capaz, apuntándole con un dedo y seguido de Isabella, que no podía esconder su satisfacción ante lo que iba a suceder.
Jesse se giró para mirar a Finn con los ojos como platos y apartó a la chica en un sólo movimiento, para seguirle el juego al moreno.
-¿QU... QUÉ?¡¿PERO QUÉ DICES?! ¡ESO ES MENTIRA, FINN! ¡RACHEL Y YO SÓLO SOMOS AMIGOS! ¡TE HAS VUELTO COMPLETAMENTE LOCO!
-¡MIENTES! ¡HAS ESTADO DURMIENDO CON ELLA! ¡EN MI CAMA!
-¡ESPERA, FINN! ¡LAS COSAS NO SON COMO CREES!
-¡TE VOY A MATAR!
En ese momento, Finn se abalanzó sobre Jesse y ambos comenzaron a rodar por el suelo, simulando una auténtica pelea. Tal y como acordaron, Finn golpeó a Jesse en el labio y éste le asestó un golpe en la mejilla al moreno. Unos segundos después, aquella joven se interpuso entre ellos, deteniendo la pelea.
-¡Ya basta! ¡Por favor, calmaos! ¿Finn, qué significa esto?- preguntó la chica, mirando a su amigo con los ojos muy abiertos.
-¡Lau, no te metas! ¡Rachel me ha estado engañando con este estúpido!- dijo él, revolviéndose entre los brazos de Isabella, que no cabía en sí del gozo.
-¡Un momento! ¿Os conocéis?- preguntó Jesse, muy sorprendido y sin dejar de mirar a Lau.
-Somos compañeros de reparto- le explicó Laura, sin soltarle del todo.
-¡No hables con él! ¡No es más que un montón de mierda! ¡Confié en ti y me la has arrebatado! ¡Te odio!- le espetó Finn, mirándole fijamente a los ojos.
-¡Estás loco! ¡Has perdido el norte completamente, Finn! ¡No me hago responsable de lo que pueda decir Rach!
-¡No la llames así! ¡Tú lo has estropeado todo! ¡Podéis iros bien lejos los dos! ¡Ya no me importa! ¡Qué seáis muy felices! ¡Ya nada ni nadie os lo va a impedir!
Dicho esto, Finn se libró de los brazos de Isabella y se marchó hacia su camerino, dando un sonoro portazo al cerrar. Lau se sobresaltó y finalmente soltó a Jesse, que la miró con curiosidad.
-¿De modo que ya os conocéis?
-Finn es mi mejor y único amigo aquí dentro. Ven, te curaré esa herida- dijo, señalando su labio.
-Gra... gracias...
Laura llevó a Jesse a su propio camerino, dónde se puso a rebuscar agua oxigenada y un par de gasas en su botiquín de primeros auxilios.
-Vaya, que previsora- apuntó él, con una sonrisa.
-Sí, bueno, nunca sabes cuándo puedes caerte o algo peor...
-No sé qué demonios le pasa... tan sólo venía a darle una cosa de Rachel y él...
-Se le pasará, estoy convencida- le aseguró ella, poniéndole una gasa en la herida- Ahora creo que es mejor que vuelvas a Ohio y le cuentes a Rachel lo que ha pasado.
-¿Contárselo?- preguntó él, alzando las cejas.
-Sí, dile que todo ha salido bien y que no debe preocuparse.
-¿Qu... qué? Pero...
-Díselo...- dijo ella, sonriendo levemente para después recoger sus cosas y abandonando el cuarto.
Jesse la vio marcharse con una mezcla de alegría, tristeza y confusión. Aquella chica no sólo era hermosa por fuera, también lo era por dentro. Sin embargo, había algo en ella que la apartaba del resto del mundo. Durante toda la cura, ella había esquivado su mirada y algo en sus ojos le indicaba que era muy probable que aquella chica hubiese sufrido mucho durante gran parte de su vida. A pesar de que sentía que no iba a volver a verla, deseaba con todas sus fuerzas que no fuera así y sus caminos volvieran a cruzarse tarde o temprano. Jesse se quitó la gasa del labio para después salir del estudio, no sin antes mandarle un mensaje de enhorabuena a Finn por el éxito del plan. Unas horas después, el castaño ya se había subido a un avión rumbo a Ohio, pero la imagen de Laura y el miedo que vio en sus ojos, era algo que no podía sacarse de la cabeza.
Por otro lado y ya por la noche, Isabella descansaba recostada en el amplio sofá que tenía en el apartamento que había alquilado en Los Ángeles mientras sostenía una copa de champán en la mano, festejando el éxito de su plan para acabar con aquella enana odiosa que era Rachel Berry. En tan sólo un par de días, las cosas entre la feliz parejita se habían complicado de forma considerable e Isabella sólo podía alegrarse por ello, al tiempo que removía lentamente su copa, pensativa. Ahora más que nunca, debía de estar alerta a cualquier imprevisto que pudiera surgir. Por ello, no tardó en contratar un detective que siguiese todos los pasos de Finn en aquella boda y le asegurase que la pareja no resolvía aquel malentendido. Tras colgar el teléfono, Isabella contempló sonriente la foto de promoción de la serie en la que salían Finn y ella y suspiró ante lo que estaba por llegar.
-Muy pronto tú y yo estaremos juntos... ya lo verás...
Los días fueron pasando y el plan iba sobre ruedas. Jesse le había relatado a Rachel con todo lujo de detalles lo que había sucedido en el estudio de grabación y la morena sólo pudo sonreír, al comprobar que efectivamente habían conseguido engañar a la astuta de Isabella. El viernes por la noche, a tan sólo unas horas de la boda de Quinn y Sam, Finn llegó a Ohio desde Los Ángeles y se encontró a Rachel en la cocina, ultimando los detalles de la cena. Finn no pudo evitar sonreír de medio lado para después rodear su cintura con las manos, para que ella girase, quedando frente a frente con él. La morena no tardó en corresponder a sus atenciones, besándole con pasión, mientras se perdía entre su abrazo. Los chicos siguieron besándose unos minutos más, recordando a cada momento lo mucho que se amaban y necesitaban el uno al otro. Un poco después, Emily bajó a la cocina y una vez más Finn la observó algo incómodo, incapaz de aceptar que su prima estaba en estado. Sin pronunciar palabra alguna, el moreno salió de la cocina y la cena también transcurrió en silencio mientras las chicas se miraban la una a la otra, intentando sacar temas de conversación a lo que Finn contestaba con simples monosílabos que añadían más tensión a la escena. Cuando ya no pudo aguantar más, Emily soltó la servilleta con rabia, atrayendo la atención de Finn, que la miró con el ceño fruncido, sin saber qué decir.
-Bueno, ¿creo que ya es suficiente, no?
-¿Có… cómo dices, Em?
-¡¿Es que nunca vamos a volver a ser una familia normal?! ¿Tan grave es que me haya quedado embarazada? ¡Ya soy mayorcita para hacerme cargo! ¿No crees?
-¡Maldita sea, Em!- exclamó él, dando un golpe en la mesa- ¡No es tu embarazo el problema! ¡Si es lo que querías, enhorabuena! ¡Lo que quiero saber es quién es el padre!
-Chicos, por favor…- suplicó Rachel, mientras sentía las fuertes patadas que le estaba asestando su pequeño.
-¡No, Rach! ¡No me callo! ¡Esto es el colmo! ¿Quién demonios cree que es ese desgraciado para embarazarte y luego desaparecer como si nada? ¡Es repugnante!
-¡Las cosas no son como crees, él no sabe nada!
-¡Pues ya estás tardando en decírselo! ¡Si quieres se lo digo yo! ¡Pienso matarlo con mis propias manos en cuanto lo descubra!
-¡NO! ¡Ni hablar! ¡No quiero que te metas en mi vida! ¡Ya estoy harta!
Emily se levantó de la mesa con lágrimas en los ojos, subiendo las escaleras a toda prisa y cerrando la puerta con un portazo.
-Estupendo… espero que estés satisfecho, Finn- dijo Rachel, levantándose con cuidado y subiendo también las escaleras hacia su habitación, sin dejar de sujetar su vientre, aguantando las patadas del bebé como podía.
Tan sólo unos minutos después, Finn ya se había dirigido hacia el cuarto de Emily, a quien finalmente pidió disculpas. Los primos se reconciliaron con un fuerte abrazo y después el moreno se dirigió hacia su habitación, dónde Rachel ya le esperaba acostada y sin retirar la mano derecha de su vientre, en un gesto de dolor.
-¡Rach! ¿Estás bien?- preguntó él, preocupado, situándose junto a ella.
-S… sí… vamos a dormir, mañana es la boda de los chicos y va a ser un día ajetreado para todos- dijo ella, dándole la espalda.
-Espera, Rach- le rogó él, cogiéndole del brazo con suavidad.
-¿Qué ocurre?
-Quiero que sepas que acabo de hablar con Em y le he pedido disculpas. Después de todo, quizá sea mejor que ese hombre no sepa nada.
-Me alegro de que al fin hayas comprendido que ya es mayorcita para tomar sus propias decisiones- apuntó la morena, con una sonrisa débil- gracias por comprenderlo, Finn.
-No, gracias a ti por darle luz y sentido a mi vida- le respondió él, con un brillo especial en los ojos y besando su frente- Ya estoy deseando que nazca, me muero por conocer a nuestro pequeño.
-Yo… yo también- apuntó Rachel, sintiendo de nuevo las patadas del bebé.
-¿Rach? ¿Seguro que estás bien? ¿Quieres que vayamos a urgencias?
-¡No, no! ¡No he roto aguas aún! ¡Todavía no va a nacer, Finn! ¡Duérmete y descansa!
Finn sonrió y después se acurrucó junto a ella, entre las sábanas. Los chicos finalmente se quedaron dormidos abrazados, hasta que el día siguiente llegó.
Tan sólo unas horas después Finn, Rachel y Emily iban montados en el coche, rumbo a la pequeña capilla dónde Sam y Quinn iban a contraer matrimonio. Rachel se aferró con fuerza al asa de la puerta del coche, sintiendo cada vez con más intensidad las patadas de su bebé y rogando al cielo para no ponerse justo ese día de parto. Por su parte, Finn observaba a Rach algo preocupado al tiempo que Emily no había pronunciado palabra alguna en todo el camino. La castaña temblaba sólo de pensar que aquel día iba a reencontrarse con Noah Puckerman, el padre de la hija que estaba esperando. Por otro lado, estaba el resto del Glee Club y su propia familia. ¿Qué opinarían de una joven que se ha quedado embarazada sin un novio formal? El miedo a un juicio público hacía que sus tripas se revolviesen, hasta el punto que creyó que en cualquier momento iba a vomitar. Finalmente los chicos llegaron a la capilla, dónde ya esperaba todo el mundo. Cuando Emily salió del coche, al instante todas las miradas se posaron en ella y especialmente en su tripa, que ya revelaba su evidente embarazo. Las chicas la miraron boquiabiertas mientras que Emily observó como Puck la miraba con ojos como platos, para después dirigirse con paso rápido hacia ella. Emily se ponía más y más nerviosa a cada minuto, de modo que Rach la ayudó a entrar como pudo en la pequeña iglesia, antes de que Puck pudiera alcanzarla. Tras la sorpresa inicial, todos comenzaron a entrar al lugar, ocupando sus posiciones entre risas y charlas. Emily no pudo evitar que una lágrima rodase por su mejilla, al tiempo que Rachel la secaba al instante con un pañuelo, para después volver a llevarse ésta al vientre, sujetándolo con firmeza.
-Tranquila, Em. Todo va a salir bien.
-¿Cómo puedes decirme eso cuando ambas sabemos que soy la comidilla de todos los que están aquí?- preguntó ella, con un nudo en la garganta.
-No les hagas caso, todo se va a solucionar- le aseguró la morena, con una sonrisa débil.
En ese momento, Maddy, la preciosa hija de Mercedes y Jaden, le tendió una pequeña hoja de papel a la castaña, que la sostuvo entre sus delicadas manos durante algunos segundos, sin saber cómo actuar.
-¿A qué esperas? ¡Ábrela!- le animó Rachel, sin dejar de mirar a Puck.
Emily desplegó el pequeño papelito con cuidado, para descubrir una nota que decía:
Te espero en la puerta trasera cuando finalice la ceremonia. Tenemos que hablar.
Noah Puckerman
La joven releyó la nota una y otra vez, mientras la sostenía entre sus manos temblorosas, sin saber cómo reaccionar. De repente, el grito ahogado de Rachel atrajo toda su atención.
-Dios mío… es él…- consiguió decir la morena, con la boca abierta y sin dejar de sujetar su abultado vientre.
-Yo… por favor, no digas nada…- suplicó Emily, con lágrimas en los ojos.
Rachel asintió débilmente, vigilando a Finn por el rabillo del ojo, quien se había mantenido en un segundo plano, pero que permanecía atento al estado de su prima. La morena giró de nuevo el rostro, esta vez para enfrentarse a la mirada de Puck, que no había dejado de mirar a Emily. En ese momento, el bebé volvió a golpear a Rachel con más fuerza y la joven perdió de vista a Noah, que abandonó la sala, muy nervioso.
Puck salió con paso rápido de la pequeña capilla, por uno de los pasillos laterales del lugar. En cuanto estuvo completamente a solas, el moreno se apoyó contra la pared, mientras una lágrima de frustración se deslizaba lentamente por su rostro. ¿Por qué Emily se había quedado embarazada y no le había dicho nada? ¿Acaso no era él el padre de aquella criatura? El moreno echó la cabeza hacia atrás, en un gesto de rabia y tristeza al mismo tiempo. Sin tan sólo hubiera reconocido a tiempo que llevaba años enamorado de ella tal vez las cosas serían diferentes ahora. Durante años se había engañado a sí mismo con esa imagen de chico duro y esa fijación por Quinn que tan sólo le había traído dolor y desengaño al ver que ella finalmente escogió a Sam y no a él. Puck sonrió al recordar algunos momentos vividos con Emily cuando tal sólo eran unos niños, recordó con nostalgia cómo ella le había enseñado lo que era el valor y que una mujer podía superar a un hombre en muchos sentidos. De repente, el murmullo de alguien cantando hizo que el moreno alzase la vista, para fijarse en una pequeña sala que había al lateral de la capilla y cuya puerta estaba entreabierta. Puck se dirigió hacia allí sigilosamente y no pudo evitar sonreír al descubrir allí a Quinn, que daba los últimos retoques a su maquillaje y era la última persona que faltaba por entrar a la capilla donde se convertiría en la señora de Sam Evans. Quinn se giró sorprendida al sentir cómo se abría la puerta para después corresponder a la sonrisa de su amigo.
-¿Puck? ¿Qué haces tú aquí? ¿Va todo bien?- preguntó la rubia, preocupada.
-Sí, sí… no te preocupes, Quinn. Por cierto, estás preciosa- apuntó él, con una sonrisa.
-Muchas gracias, Puck, es todo un detalle por tu parte. ¿Por qué antes no eras así?
-Bueno, yo… supongo que porque era un estúpido al que sólo le importaba ser popular… ¿Habría cambiado algo que hubiera sido de otro modo?
-Yo… ¿Por qué me preguntas eso?
Mientras tanto en la capilla, Rachel se revolvía inquieta en el banquito, al lado de Finn. Su pequeño no había dejado de moverse en toda la mañana y la morena empezaba a temer seriamente que el nacimiento del bebé se adelantase. Emily comenzó a buscar a Puck con la mirada y sus nervios aumentaron al no encontrarle por ningún lado. ¿Tan mal le había caído la noticia que había decidido escapar? La castaña bajó la cabeza justo en el momento en el que Rachel le asestó un codazo en todo el costado.
-¡Auch! ¿Rach, por qué has hecho eso?
-Ve a buscarle, Em- susurró la morena- Tenéis que arreglar esto y cuanto antes o lo hará Finn cuando lo descubra.
Emily se tensó al darse cuenta de que su amiga tenía razón y como pudo se levantó para salir por el lateral, en busca de Puck. La castaña empezó a mirar por todos lados sin éxito hasta que el sonido de unas voces charlando en una pequeña habitación llamó su atención. Emily se acercó a la puerta entreabierta con cuidado, para descubrir a Puck hablando con Quinn, que ya llevaba puesto su hermoso vestido de novia y le miraba algo confusa. La castaña se acercó un poco más, hasta que pudo escuchar perfectamente la conversación de los chicos.
-La verdad, no lo sé, Quinn. Mi vida ha sido un completo desastre estos meses y tan sólo quería decirte que siento todo el daño que os hice a Sam y a ti.
-Todo eso está olvidado ya, Puck. No te preocupes- dijo ella, algo nerviosa- Si te soy sincera, yo ahora mismo tengo un miedo terrible.
-¿Cómo? ¿La gran Quinn Fabray tiene miedo? ¿Cómo es eso posible?
-¡No seas bobo, Puckerman!- dijo ella, acercándose a él y dándole un suave golpe en el brazo- No es nada, es que… ¿Y si Sam no es el adecuado? ¿Y si yo no soy suficientemente buena para él?
Puck negó con la cabeza para después a la rubia entre sus brazos, en un abrazo tierno.
-¡No digas tonterías, Quinn! ¡Sam y tú formáis la pareja perfecta! ¡Nada ni nadie podría separaros!
-Eso no es cierto… yo… durante un tiempo creí que sentía algo por ti…
-Pero ambos hemos descubierto que sólo fue un encaprichamiento. Tú amas a Sam, Quinn. Él es el hombre de tu vida.
-Sí que le amo, pero… ¿Cómo estás tan seguro de lo segundo?
-Mmm… ¿Qué sientes cuando él te besa?
-Uff… es algo maravilloso… siento que el tiempo no ha pasado y es como si siempre que me besara lo hiciese por primera vez.
-¿Sólo él te hace sentir así?
-Bueno, en un tiempo tú también…
-Entonces se me ocurre una idea para que salgas de dudas.
Sin decir una palabra más, Puck acortó la distancia que los separaba y comenzó a besar a la rubia, que al principio se tensó, pero finalmente correspondió también al beso. Emily, al contemplar aquella escena, sintió como su corazón volvía a romperse una vez más. La castaña salió corriendo de allí para después chocar contra alguien en la puerta que unía el pasillo con la capilla.
-Bueno… es mi boda… ¿lo has olvidado?- bromeó él con una sonrisa.
-¡No, no! ¡Lo que quiero decir es que… NO PUEDES VER A LA NOVIA!
-¡Bah! ¡No digas tonterías! ¡Esa es una tradición muy antigua, Em!
-¡Por eso mismo! ¡Ya sabes que Quinn es muy devota! ¡Se enfadará mucho si vas a verla ahora!- logró decir Em, presa de los nervios.
-De acuerdo, tienes razón… de todas formas, te veo muy nerviosa… ¿Hay algo que quieras contarme, Em?
La castaña alzó el rostro para mirarle fijamente a los ojos, dubitativa. Finalmente, negó con la cabeza para después sonreír.
-No, Sam. No hay nada que quiera decirte salvo desearte mucha suerte y espero que Quinn y tú seáis muy felices.
-Gracias, Em. ¿Entramos?
-Sí, vamos.
En ese mismo momento, los chicos ya se habían separado y se miraban sonrientes.
-¿Te encuentras mejor?- preguntó el moreno, mirándola con una sonrisa.
-Sí, gracias Puck.
-¿Preparada para casarte, Quinn Fabray?
-Más que nunca- respondió ella, con una sonrisa.
Puck llevó a la novia hacia la entrada de la capilla, dónde ya esperaba el padre de Quinn, para escoltarla hacia el altar. En ese momento, la marcha nupcial comenzó y las damas de honor comenzaron a esparcir pétalos de rosa por el pasillo dónde desfilaría la novia. En último lugar apareció Quinn, que no podía dejar de mirar a Sam, que la contemplaba embelesado. Los novios se reunieron, entrelazando sus manos, al tiempo que Puck ocupaba su asiento ante la mirada vacía de Emily, que sólo pensaba en escapar de allí. La ceremonia transcurrió con normalidad, con miradas de complicidad entre los novios y algunos de los asistentes, como Finn y Rachel, que tenían sus manos entrelazadas y no se soltaron en ningún momento o Jesse, que no podía dejar de mirar a Laura, que evitaba corresponderle pero no pudo evitar sonreír al ver la felicidad en sus rostro cuando sus miradas conectaban. Cuando Sam y Quinn fueron declarados marido y mujer, Kurt y Rachel se dirigieron hacia el escenario al tiempo que ambos tomaban unos micrófonos.
-Buenos días a todos- dijo Rachel, con lágrimas de emoción en los ojos- como sabéis, hoy hemos venido para ver como dos personas maravillosas unen sus vidas para siempre, por ello, ante todo quiero felicitaros chicos- dijo Rachel con dulzura mirando a los novios- Sam, eres un chico estupendo y uno de mis mejores amigos. Siempre has estado ahí, cuidando de Quinn como nadie y quiero darte las gracias una vez más. Te deseo todo lo mejor y espero que seas muy feliz, porque has encontrado a la mujer perfecta. Quinn, sabes que no comenzamos demasiado bien, nos gustaba el mismo chico y pertenecíamos a mundos completamente diferentes. Sin embargo, con el tiempo nos fuimos acercando la una a la otra y aquí estamos hoy: tú acabas de casarte con un hombre maravilloso y yo estoy esperando un bebé del único hombre al que he amado en toda mi vida. Te quiero mucho, Quinn, eres mi mejor amiga y hoy puedo afirmar que no sabría ni podría vivir sin ti y tus consejos. Gracias por estos ocho años de sincera amistad y te deseo lo mejor junto a Sam. Os quiero mucho, chicos.
La gente comenzó a aplaudir emocionada, mientras Quinn le susurraba un “gracias” a su amiga, para después centrar toda su atención en Kurt.
-Bueno, chicos, creo que Rachel ha resumido todo lo que pienso bastante bien, de modo que hay poco más que decir. Para mí, formáis una pareja increíble y es todo un honor para mí que me hayáis permitido organizar todo y elegir los vestidos. Quinn, sabes que te adoro y que Rachel y tú sois mis mejores amigas. Si no fuera por vosotras no habría tenido el valor de decirle a Blaine lo mucho que le quiero y por eso os doy las gracias una vez más. Sam, tú también has sido un gran amigo y apoyo para mí. Gracias por cuidar tan bien de Quinnie y espero que vuestra historia de amor dure para siempre. Tras darle muchas vueltas, Rachel y yo hemos pensado que el mejor regalo que podíamos haceros es cantar una canción, de modo que esta es para vosotros y espero que os guste el fotomontaje que hemos preparado.
En ese momento, sobre la pared de la capilla, comenzaron a proyectarse fotos de la pareja y los chicos, al tiempo que Rachel y Kurt comenzaban a cantar los primeros acordes de Happy days are here again/Get happy
Los invitados aplaudieron emocionados al tiempo que Sam y Quinn se acercaron para abrazar a sus amigos. Emily, al ver que todo el mundo parecía distraído, abandonó la capilla tan rápido como pudo, sin darse cuenta de que Puck la había estado vigilando y la siguió a toda prisa para después encontrarse a la castaña apoyada contra un árbol, llorando desconsoladamente.
-¡Em! ¿Estás bien? ¿Es el bebé?- preguntó él, muy preocupado.
-¿Qu… qué quieres, Puckerman? ¿Es que no te parece suficiente la que has armado ya? ¿Siempre tienes que estropearlo todo, no?
-¿Cómo? ¿A qué te refieres?
-¡No te hagas el tonto conmigo, Puck! ¡Lo he visto! ¡He visto cómo la has besado!
-¡¿Qué?! ¡No, Em! ¡Deja que te explique! ¡El beso no ha significado, nada! ¡Te lo juro! ¡Estoy enamorado de ti!
-¡MIENTES! ¡TE ODIO, NOAH PUCKERMAN! ¡SIEMPRE CONVIERTES MI VIDA EN UN INFIERNO!
Los gritos de Emily llegaron hasta la capilla, dónde Rachel, Finn y el resto corrieron hacia afuera, a ver qué estaba ocurriendo.
-¡Cálmate, Em! ¡Por favor, deja que te explique!
-¡No hay nada que explicar, Puck! ¡Tan sólo soy tu juguetito! ¡Un maldito calentón!
-¡No, Em! ¡Eso no es verdad! ¡Te quiero y voy a luchar por ti y por nuestro bebé!
-¿¡QUÉ!?- exclamó Finn, preso de la rabia de repente-¡¿ÉL ES EL PADRE DE TU BEBÉ, EM?!-preguntó a su prima, que sollozaba entre los brazos de Rachel y finalmente asintió.
Tan sólo medio segundo después, Finn se abalanzó sobre Puck para empezar a golpearlo con rabia. Cuando Sam y Jesse lograron separarlos, Finn miró a Puck con rabia, para después recriminarle su actitud.
-¡Maldito seas! ¿Cómo has podido ser tan poco hombre y abandonarla?
-¡Yo no sabía que estaba embarazada! ¡Estoy enamorado de ella, Finn!
Al escuchar eso, Finn se abalanzó contra él, para volver a golpearlo. Emily al ver el desastre que había causado, cogió las llaves del coche de Finn que se habían caído al suelo a causa de la pelea y salió huyendo. La reacción de Rachel no se hizo esperar y siguió como pudo a Emily, entre jadeos, debido a las contracciones que eran provocadas por los movimientos del bebé. Quinn, al ver que las chicas se marchaban decidió seguirlas, moviéndose tanto como su vestido de novia le permitía. Cuando Emily subió al coche, las manos le temblaban y para cuando pudo arrancar las dos chicas ya habían subido al asiento trasero y Emily advirtió su presencia una vez que ya estaban en marcha.
-¿Qué hacéis vosotras aquí? ¡Bajad del coche!
-¡No, Em! ¡De aquí no me muevo sin ti!- le dijo Rachel, respirando entrecortadamente entre los brazos de Quinn, que la observaba preocupada.
-¡Emily! ¡Tienes que parar el coche! ¡Rachel no se encuentra bien y tantas emociones no son buenas para los bebés! ¡Créeme, he tenido uno y sé lo que es!
-¡Cállate, Quinn! ¡No eres más que una hipócrita! ¡No sé cómo has podido hacerle esto a Sam!
-¿Cómo? ¿Puck te ha contado?
-¡No ha hecho falta! ¡He visto cómo os besabais a tan sólo unos minutos de casarte con otro hombre!
-¡Espera, Em! ¿Qué demonios te ha contado Puck? ¡Ese beso no ha significado nada! ¡Yo amo a Sam, sino no me habría casado con él!
-¡MIENTES!- le recriminó la castaña, entre lágrimas.
-Chi… chicas…- logró decir Rachel, entre jadeos.
-¡No miento, Em! ¡Todo esto sólo ha sido un malentendido! ¡Puck te quiere a ti! ¡Ahora lo sé!
-¡No, déjame! ¡No quiero escucharte más!
-¡CHICAS, HE ROTO AGUAS!- chilló Rachel con las últimas fuerzas que le quedaban, contemplando el líquido que se deslizaba por sus piernas.
-¡Oh, no!- exclamó Quinn- ¡Em, tienes que dejar que conduzca yo! ¡Tenemos que llevar a Rach a un hospital!
Por otro lado, Sam fue el primero en darse cuenta de que las chicas se habían marchado y se dirigió a toda prisa hacia su coche, seguido de Finn y de Puck. Los chicos siguieron el rastro de las chicas, mientras Finn no paraba de insultar a Puck y pedirle a Sam que fuera más deprisa. Cuando por fin iban a alcanzarlas, los chicos observaron estupefactos como las chicas paraban el coche y Emily y Quinn intercambiaron posiciones, yendo la rubia ahora al volante, para después dar media vuelta. Sam las observó con la boca abierta, justo en el momento en el que Finn recibía un mensaje de su prima.
-¡Sam! ¡Síguelas! ¡Rach ha roto aguas!- exclamó Finn, pálido de la sorpresa.
Media hora después, Rachel ya había sido ingresada en urgencias y poco a poco iba dilatando para dar a luz mientras Finn, que ya estaba a su lado, le apretaba la mano con fuerza y la miraba con un brillo especial en los ojos.
-¡Todo va a salir bien, Rach! ¡Te quiero!
-Yo también, Finn… ya quiero ver sus mejillas sonrojadas y su sonrisa de medio lado, igual que la tuya- suspiró la morena, algo aturdida.
-Yo también muero por conocerle, Rach- comentó él, muy emocionado.
Unas horas después, Rachel ya había dilatado lo suficiente y un par de enfermeras se la llevaron hacia la sala dónde daría a luz a su primer hijo. Finn la siguió emocionado, sin soltar su mano, a medida que las contracciones venían. Rachel empujó tan fuerte como pudo, a medida que el doctor le iba indicando, apretando con fuerza la mano de Finn, que trataba de infundirle ánimo. Las horas pasaban y las contracciones eran cada vez mayores. Rachel siguió empujando, hasta que de repente un hermoso llanto inundó la habitación. Rachel observó como el médico sostenía entre sus manos un pequeño y hermoso bebé. El médico les dio la enhorabuena y les dijo que el bebé había nacido sin problemas. Rachel sonrió, sin dejar de mirar a su pequeño para finalmente perder el conocimiento, debido al agotamiento. Finn la observó preocupado pero el médico le tranquilizó y le dijo que era normal. Finn vio a su bebé a lo lejos, mientras las enfermeras lo envolvían en una manta y se lo llevaban para lavarlo.
Unas horas después, Rachel despertó en una habitación del hospital, totalmente desorientada. La morena se asustó al sentir su vientre vacío, pero la cálida mano de Finn sobre la suya la tranquilizó.
-Tranquila, Rach, está en observación, ahora te lo traen- le aseguró su novio, besándole la frente con ternura- Gracias por darme un hijo tan hermoso.
-¿Ya lo has visto? ¿Cómo es, Finn? ¿Tiene tu color de pelo y tu sonrisa? ¿De qué color son sus ojos? ¿Y sus mejillas? ¿Se parece a los dos o…?
-¡Ey, tranquila! Sólo he podido verlo a través de la ventanilla, pero es precioso. No quiero describirlo porque prefiero que lo veas por ti misma. Creo que es una sensación única e inigualable, es mejor que lo veas tú y después me digas.
-De… de acuerdo…
En ese momento apareció una enfermera con un bebé en brazos. Rachel se incorporó como pudo con la ayuda de Finn, sintiendo que el mundo se detenía y observando a su hijo emocionada. Cuando la enfermera lo puso en sus brazos, Rachel no pudo evitar que lágrimas de emoción rodasen por todo su rostro. Por fin, después de nueve meses de espera, tenía a su pequeño en brazos. Rachel sonrió al comprobar que todo estaba bien y el niño tenía dos manos y dos pies. El bebé era simplemente perfecto, ni muy grande ni muy pequeño, tenía unos mofletes redondos y rosados y su rostro tenía rasgos idénticos a los de su padre. Rachel sonrió emocionada, para después acercar a su bebé contra ella, besando su cabecita y susurrarle unas dulces palabras.
-Hola, Christopher, soy tu mamá. No sabes cuánto tiempo llevo esperándote. Te quiero muchísimo y te protegeré hasta el día que me muera.
Rachel alzó el rostro para encontrarse con Finn, que le sonreía entre lágrimas.
-¿Christopher?
-Sí, Finn. Quiero que nuestro pequeño se llame como tu padre. A él le habría gustado y sé lo importante que era él para ti.
-Te quiero, Rach. Gracias, muchas gracias- le dijo Finn, llenando toda su carita de besos y después acariciando a su bebé- Hola, Chris, soy papá.
La pareja siguió admirando a su hijo, sin sospechar que el detective que Isabella había contratado lo había visto todo y había advertido a Isabella del engaño.
-¡Maldita sea! ¡Me han engañado! ¡Juro que no terminaré hasta acabar contigo y tu mocoso, Rachel Berry!
En ese momento, Isabella comenzó a rebuscar entre sus cosas para finalmente encontrar lo que llevaba tanto tiempo guardando, en caso de que su plan fracasase.
-¿Quién es?- preguntó una voz al otro lado del teléfono.
-¿Eres Thomas Doyle? ¿El ex novio de Rachel Berry?
-¿Quién eres y qué quieres?
-Soy la llave que te llevará hasta ella…
Los chicos comenzaron a hablar, desarrollando un plan que sin duda iba a cambiar para siempre el destino de los chicos.
Spoiler:
Capilla:
Traje Sam:
Traje Quinn:
Rachel:
Zapatos Rachel:
Emily:
Mercedes:
Santana:
Brittany:
Lau:
Tina:
Traje de los chicos:
¿Qué será lo que traman Isabella y Thom para acabar con Finchel? ¿Se arreglará el malentendido entre Puckmily? ¿Tendrán luna de miel Sam y Quinn? ¿Jesse y Lau tendrán un acercamiento? ¿Qué esconde Lau de su pasado? ¡Todo esto en próximos capítulos!
MayriiSmile♥ Cubito de Hielo
Mensajes : 381 Fecha de inscripción : 04/01/2011 Edad : 28 Localización : Esperando que Beyoncé me vaya a buscar a la carcel en el Pussy waggon!
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Jue Abr 21, 2011 4:34 pm
Mami ame demaciado esto! La espera valio la pena! Me enamore de Christopher! Siguele que ya no puedo esperar por otro capitulo!
Irina Monteith Moderadora Finchel
Mensajes : 529 Fecha de inscripción : 04/01/2011 Edad : 37
Tema: Re: Otra oportunidad (CÁP. 15) Jue Abr 21, 2011 5:53 pm
Lau por donde empezar!!!
Laura y Jesse me encantan yo quiero que queden juntos!!! La boxeadora y el karateka jajajaja esos 2 seran terribles juntos, creo que haran muchas diabluras El plan era perfecto pero la maldita de Isafea fue mas astuta al contratar un detective Finn y Jesse trabajando juntos genial Emily me parte mi corazoncitooooo, ya quiero que Puckmily se arregle, por el bien de su hijita La persecucion en los autos jajaja ya me los imagino, parecian loquitos. Chris que divinoooo se parece a su padre, me enamore jajajaja Fue un momento muyy emotivo me bajaron las lagrimas Isafea y Thom juntos noooooooooooo, ahora si que hay que tener miedo, aunq los malos nunca ganan (eso espero)
Como ya te habiaa dicho sabia que te iba a quedar genial, quedo ESPECTACULAR Muchas felicidades Lau cada dia me enamoras mas de tu fic y de Puckmily!!