¡Hola! ¡Tal y como dije, si gustaba lo colgaría hoy el primer capítulo así que aquí estoy! 
Espero que os guste y me dejéis un pequeño comentario con lo que os ha parecido, porfis ^^! Besitos a tod@s!!! 
PD: Ni Glee ni sus personajes me pertenecen.
Prólogo: Era un día lluvioso de otoño y Cory y yo íbamos de camino a casa de mi madre.
-¿Seguro que no va a llover?-le pregunté, presa de la incertidumbre.-Tranquila, Lea, estás conmigo. Nada malo va a pasarte, te lo prometo-me respondió, con su sonrisa de medio lado.
Le creí, así que subimos al coche sin imaginar lo que pasaría después. Algo inquieta, vi como arrancaba el auto para meterse en una estrecha carretera que enlazaba con la autovía principal. Todo estaba en calma, pero no pude evitar que mi respiración se descontrolase sin motivo. Sin darme cuenta, me puse a pensar en el pasado, en mis recuerdos con él y en nuestra historia de amor que jamás olvidaría.
De repente, un ruido me sacó de mis pensamientos. Con cuidado ladeé mi cabeza y miré al cielo para confirmar mis sospechas: se había desatado una tormenta. En ese momento no pude evitar estremecerme y busqué su mirada para hallar alguna respuesta…
-Deberíamos parar, Cory…-Es que se hace tarde, Lea. Además, la niña nos está esperando y se pondrá nerviosa si no llegamos pronto. Tranquila, la tormenta va a pasar rápido, ya lo verás- mientras estrechaba mi mano con suavidad.
Aceleró sin pensar y todo lo que ocurrió a continuación fue tan rápido que me costó darme cuenta de la realidad: nos habíamos salido de la carretera para evitar un choque…
Mi mente comenzó a dar vueltas, mientras gritaba, presa del pánico. Lo último que recuerdo es su voz, gritándome desesperado.
-¡Salta, Lea! ¡Sal del coche!En un rápido movimiento, abrí la puerta, salté del auto y caí. Durante unos segundos rodé y rodé por el frío asfalto y después, todo oscureció de repente…
Cáp. 1- Despertar Abrió los ojos lentamente. No sabía que era lo que había pasado, no sabía porqué estaba allí, no sabía tan siquiera quien era. Desorientado, miró alrededor para buscar una respuesta pero sólo halló una habitación blanca y vacía. En silencio, esperó y esperó hasta que el cansancio le hizo cerrar los ojos de nuevo.
En la sala de espera de un hospital, Rachel Berry alzó la vista para encontrarse con los ojos de una de las enfermeras, que la miraba con preocupación.
-Disculpe, señora, sé que no es asunto mío, pero es mejor que vaya a casa y descanse. El paciente todavía está en observación y estar aquí a todas horas no va a hacerle ningún bien.
-No se preocupe, estoy perfectamente- contestó la morena con una sonrisa cansada- Además, quiero esperar a que despierte.
-Como quiera. Si me necesita estaré por aquí- dijo la enfermera, con una sonrisa amable.
-De acuerdo, muchas gracias.La enfermera se alejó justo cuando dos personas se acercaban.
-¡Chicos! ¡Por fin habéis venido!- exclamó Rachel, abrazando a esas dos personas con fuerza.
-¡Rach! ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Cómo está mi hermano?-dijo una de aquellas personas.
-Rach: Pues, la verdad es que no lo sé muy bien, los médicos no quieren decirme nada aún- explicó ella, con lágrimas en los ojos.
-¿No ha despertado todavía?- preguntó la segunda persona.
-No, chicos. No sé qué hacer, estoy muy preocupada. Pasan las horas y nadie me dice nada, tengo miedo a que algo malo haya pasado- admitió Rachel, comenzando a sollozar.
- ¡Tranquila, Rach! ¡Mi hermano es fuerte! ¡Seguro que saldrá de esta!-Gracias, Emily. No sabes cuanto te he echado de menos, a ti y a tus palabras- confesó la morena, con una débil sonrisa mientras abrazaba a su amiga.
La otra persona que había allí se aclaró la garganta, para hacer notar su presencia. Rachel lo miró y al instante sonrió, para abrazarle también.
-¡Y gracias también a ti, Puck! ¡Ahora más que nunca tenemos que estar juntos!
-Sí… ahora no tengo ninguna duda de que New Directions debe volver- resolvió el moreno, muy decidido.
-Sí, por una vez estoy de acuerdo, Puckerman- apuntó Emily, sin mirarle a la cara.-Pero para eso lo necesitamos a él- dijo Rachel, agachando la cabeza.
-¡Por supuesto! ¡Pero confiamos en su recuperación! ¡Ya verás como todo se soluciona!- le animó Emily, a pesar de que la castaña tenía también una increíbles ganas de llorar.
-¡Sí! ¡Em tiene razón, Rach! ¡Estoy seguro de que saldrá bien de esta!- exclamó Puck, mientras se sentaba al lado de la morena, para infundirle ánimos.
-Eso espero… por cierto… ¿cómo está April?- preguntó Rachel, ansiosa por saber algo de su hija, a la que tanto adoraba.-Se ha quedado con tu madre, Rach. Dormía cuando nos fuimos- explicó Emily, con un brillo especial al hablar de la niña.
-Parecía tranquila, no te preocupes por ella ahora, Rach. Shelby la cuidará bien- la tranquilizó su amigo.-Sí, tienes razón. Creo que ya tengo bastante con esto. ¡Dios mío! ¡Si le llega a pasar algo yo…! – exclamó la morena, sin poder evitar ponerse a llorar, totalmente desconsolada.
-¡Ey! ¡Nada de eso! ¡Nada malo le va a pasar! ¡Tranquila, Rach! – le dijo Emily, mientras la abrazaba con fuerza, para después unirse al llanto de su amiga.
-¡Chicas! ¡No lloréis, por favor!- dijo Puck, abrazándolas a las dos- ¡Finn se va a recuperar! ¡Os lo prometo! ¡Tiene que hacerlo! ¡Le necesitamos! -llorando también, abrazado a las chicas.
En ese momento vieron que se acercaba el doctor que le había atendido.-¡Doctor! ¿Cómo está? ¿Qué dicen las pruebas?- preguntó Rachel, presa del nerviosismo.-Pues… será mejor que me acompañen a mi despacho…Los chicos le siguieron en silencio, cada vez más nerviosos. Una vez allí, el médico los invitó a los tres a tomar asiento.
-Bien, tras haber realizado una operación de urgencia y haber hecho las pruebas pertinentes… podemos afirmar que el paciente se encuentra en una situación estable y lo más probable es que despierte en unas horas- explicó el médico, con un semblante serio.
-¡Ay! ¡Gracias, doctor! ¡No sabe lo preocupada que he estado!- exclamó Rachel, aliviada por sus palabras.
-¡Espere! Aún no he terminado…-¿A qué se refiere? ¡¿Qué le pasa a mi hermano?! – preguntó Emily, muy preocupada.
-Tranquilícense, por favor. Todavía no puedo decirles nada con exactitud, sin embargo, debo advertirles que los resultados de la operación son muy imprecisos y no podremos averiguar nada más hasta que no despierte.-Entonces sólo queda esperar- sentenció Puck.
-Me temo que así es. De todas formas, no se inquieten. El paciente no tardará mucho en despertar.
-¿Nos avisarán cuando eso pase?- preguntó Rachel, con un hilo de voz.-Se lo prometo, señora. Ahora pueden irse a la sala de espera, en cuanto despierte mandaré a alguien para avisarles.
-Muy bien, muchas gracias por todo, doctor- dijo Puck, estrechando su mano, mientras Emily ayudaba a Rachel a levantarse como podía, ya que la morena tenía un aspecto horrible.
- No es nada, señor. Tan sólo hago mi trabajo.Los chicos fueron a la salita, dónde se sentaron a esperar, cada vez más nerviosos.-Quedaos aquí a esperar, voy a llamar a mi mamá- pidió Rach, que ya estaba algo más tranquila.-Sí, Rach, ve tranquila- le contestó Emily, con una sonrisa suave.
Rach salió al patio del hospital y sacó su móvil dónde su madre respondió al primer toque.
-¿Sí?-Hola mamá… soy yo, Rachel…-¡Rach, hija! ¿Estás bien? ¡¿Pero que es lo que ha pasado?! ¡Me tenías muy preocupada! ¿Se sabe algo más de Finn?- preguntó la madre de Rachel desde el otro lado del teléfono, muy preocupada.
-Lo siento. Sé que tendría que haberte llamado antes, mamá, pero él me necesitaba- explicó Rachel, entre lágrimas.
-Lo sé, hija. Me lo han dicho los chicos antes de irse. ¿Finn se… se recuperará, verdad?-Sí, eso ha dicho el doctor. Según él, es sólo cuestión de tiempo que despierte…
-Menos mal… hace un rato me llamó Carole muy preocupada.-¡Ay, no! ¿Qué le has dicho?- preguntó Rachel, mordiéndose el labio inferior, de la preocupación que tenía.
-Solamente le dije que estabais en el hospital, pero la calmé enseguida diciéndole que os encontrabais los dos perfectamente.
-Uff, gracias, mamá. ¿Cómo está April?-¡Pues aquí la tengo conmigo! ¡Tiene una sonrisa preciosa, Rach! ¡Cada día está más grande y hermosa!-¿Ha comido ya? ¿Te ha dado problemas para dormirse?-¡Se está portando de maravilla! Aunque es una niña muy inteligente y os extraña a los dos. Por lo demás no te preocupes, ha dormido sin problemas.
-De acuerdo. Bueno, mamá, tengo que colgar, quiero estar pendiente por si dicen alguna cosa.
-Muy bien, hija. ¡Llámame si hay alguna mejoría! Así llamo a Carole y yo misma se lo digo.
-De acuerdo, te mantendré informada- le prometió la morena.-¡Adiós, hija! ¡Te quiero mucho!-¡Adiós, mamá! ¡Cuídate!Rachel colgó el teléfono y se dirigió junto a los chicos.Lentamente fue abriendo los ojos con la misma sensación que había experimentado hace unas horas. Se encontraba inmerso en un mar de confusión… ¿Qué me está pasando? ¿Qué hago aquí?, pensaba mientras miraba asustado a su alrededor. La misma sala, blanca y vacía, que no le decía absolutamente nada sobre sí mismo. De repente, una mujer con un vestido blanco abrió la puerta.
-¡Dios mío! ¡Por fin se ha despertado!-Perdone …-¡No se preocupe, señor! ¡Ahora mismo aviso al doctor!
-¡No! ¡No te vayas, por favor! Necesito tu ayuda…-le suplicó, con un hilo de voz.
La enfermera se giró, acercándose a él, con ternura en los ojos.
-No se asuste. Simplemente acaba de salir de una operación pero nada malo le va a ocurrir, estése tranquilo.
-¡Es que tiene que ayudarme! ¡Tiene que decirme una cosa! (con voz angustiada)
-De acuerdo- dijo la enfermera, en un suspiro- dígame…-Podrías… ¿podrías decirme quién soy? – preguntó, él muy confuso.
-¿Cómo dice? ¿No… no se acuerda?- le preguntó la enfermera, con los ojos muy abiertos.
Aquel hombre la miró sin decir nada, cada vez más angustiado.-No pasa nada, no se preocupe. Déme unos segundos, enseguida vuelvo.
-¡No! ¡Espere! ¡Tiene que ayudarme! – le suplicó, intentando salir de la cama.
-¡No!¡No se levante! ¡Le prometo que en un minuto vuelvo!- le aseguró la enfermera, recolocándole en la cama del hospital.-Pero…Antes de que él pudiera terminar la frase, la enfermera salió a toda prisa de la habitación, en busca del doctor.
-¡Doctor Brown! ¡Doctor Brown!-¿Qué ocurre, señorita?-Doctor, se trata del chico del accidente. Se ha despertado.
Los chicos, que estaban cerca, oyeron la conversación, levantándose de un salto.…
-¿Cómo? ¡Doctor! ¿Es cierto?- preguntó la morena, presa de la ansiedad-Ahora mismo vuelvo y les digo qué ha pasado- respondió el médico, para después desaparecer tras la enfermera.
-Muy bien, aquí esperamos- dijo Puck, sentándose de nuevo junto a las chicas, que se abrazaban, muy emocionadas.
La enfermera y el doctor se perdieron por el pasillo. Justo cuando llegaron a la puerta de la habitación, la enfermera agarró al doctor por un brazo, impidiendo su paso.
-Espere, doctor. Me temo que hay algo que debe saber…-¿Qué ocurre?-Nada más despertar, he notado una gran confusión en el paciente… incluso me preguntó si sabía quien era- explicó la enfermera, muy preocupada.
-Bueno, mantengamos la calma. En estas circunstancias es normal esta clase de reacción tras una operación. No obstante, no debería durar más de una hora. Si la cosa perdura, ya podemos empezar a preocuparnos seriamente…
-¿Aviso a los familiares?-Será mejor que no. Al menos no de momento, hasta que podamos realizarle algunas pruebas más, y para eso necesitamos un par de horas…-¿Qué quiere que les diga, doctor Brown?-Dígales que ha vuelto a dormirse. De modo que aún debemos tenerlo en observación, hasta que recupere la consciencia.
-Muy bien, doctor. Vuelvo enseguida…La enfermera regresó con los chicos , que estaban más y más inquietos a cada minuto que pasaba, y les dijo todo lo que el médico le había ordenado.
Por otro lado, el doctor entró a la pequeña habitación, donde el chico esperaba impaciente.
-¿Dónde está la chica? ¿Quién es usted?- preguntó él, frunciendo el ceño, cada vez más nervioso.
-Tranquilícese, señor. Por favor, si no se calma no podré ayudarle.-De acuerdo…-Muy bien, mejor así. Vamos a ver, dígame… ¿es cierto que no recuerda quien es?
-Sí, señor… no recuerdo nada… ¿qué me está pasando?- volvió a preguntar, muy asustado.
-Tranquilícese, acaba de salir de una operación de urgencia y es normal que sufra una amnesia temporal y no recuerde nada…
-Entonces… ¿no va a decirme quien soy?-Lo mejor es darle un poco de tiempo y dejar que me lo diga usted mismo…-Mmm… de acuerdo…- se resignó aquel hombre, frunciendo el ceño una vez más.
El doctor siguió con él, realizándole algunas pruebas durante unas cuantas horas, mientras iba anotando todo en su libreta. Cuando las pruebas finalizaron, el doctor volvió a hacerle algunas preguntas.
-Bien… ya le he dado tiempo suficiente para reaccionar. ¿Podría decirme ahora quien es?
-Ya se lo he dicho hace unas horas, señor… no tengo ni idea…
- Dios, mío… - mientras anotaba algo en su libreta.-¿Qué ocurre? – preguntó él, muy asustado.-De acuerdo… no recuerda quien es… ¿pero… podría recordar a algún pariente… a alguien muy querido para usted?
-Ya le he dicho que…-¡Cierre los ojos e intente concentrarse, por favor!- le interrumpió el doctor, muy serio.
-De acuerdo…El chico cerró los ojos e intentó recordar algo… un rostro, unos ojos, una boca… pero nada acudió a su memoria, que ahora estaba completamente en blanco.
-¡Es inútil! ¡Ya le he dicho que no recuerdo nada!- intentó explicarse él, llorando desesperado.
-¡Está bien! ¡No se altere! ¡Ya no le haré más preguntas!
-¡Pero tiene que decirme quien soy!-No se preocupe, pronto lo sabrá…El Doctor salió apresurado de la habitación y se dirigió a la enfermera, que esperaba atenta sus instrucciones.
-Señorita Miller,haga el favor de avisar a los familiares. Está claro que no podemos retrasar esto por más tiempo.
-Muy bien, doctor…La enfermera se dirigió a los chicos, que ya estaban desesperados por tener alguna noticia sobre el estado de salud de Finn.
-Señora, su marido ya ha despertado.-¿Cómo está? ¿Ha preguntado por nosotros?- preguntó Rachel, esperanzada.
-Eh… será mejor que sea el médico el que le de todos los detalles- respondió la enfermera, muy nerviosa.
-¿Pero… por qué?- inquirió Rachel, cada vez más asustada.
-Le pido que me disculpe, pero no puedo darle más detalles. Lo siento mucho.
-¿Podemos pasar a verlo?- preguntó la morena, estrechando la mano de Emily con fuerza.
-Síganme…Los chicos siguieron a la enfermera hasta la habitación, dónde afuera los esperaba el doctor.
-¿Cómo está, doctor?- preguntó Rachel, desesperada por saber algo de Finn.
-El señor Hudson está perfectamente… pero…-¿Pero…?- repitió la morena, cada vez más preocupada.
-Me temo que hay algo muy importante que debe saber…
-¿Qué… qué ocurre, doctor?- preguntó ella, muy asustada.
-El paciente ha perdido la memoria… no recuerda nada… absolutamente nada…
Continuará...
¿Cómo reaccionarán los chicos ante semejante noticia? ¿Conseguirá Finn recordar algo? ¡Todo esto y más en próximos capítulos! 
Sáb Oct 08, 2011 1:24 pm por Jay Lopez
¡Si os gusta mañana mismo cuelgo el capítulo 1! ^^!
